Conmemoran Día del Pulque en Teotihuacán
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- Estudios recientes indican que actualmente en el Valle de Teotihuacán quedan poco más de 14 mil plantas de maguey
Teotihuacán, Estado de México. – Para conmemorar el Día del Pulque, el Departamento de Museos y Comunicación Educativa de la Zona Arqueológica de Teotihuacán realizó un foro titulado El Pulque y su Producción en el Valle de Teotihuacán, en el que participaron Iván Ricardo Martínez Pérez, originario de Nopaltepec y de oficio tlachiquero; Mario Ramírez Rancaño, doctor en Sociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, con especialidad en Estudios Interdisciplinarios del Cambio Social y de los Movimientos Sociales, en París, Francia; y el artista Eloy Ruiz.
Durante el encuentro, realizado en el Centro de Estudios Teotihuacanos, Mario Ramírez Rancaño recordó que durante el porfiriato el auge del pulque alcanzó su máximo esplendor. Los registros señalan que entre el 35 % y el 40 % de la carga total que transportaba un tren en esa época eran barriles de pulque.
“Para ese momento, en la Ciudad de México existían mil quinientas pulquerías. Hay estudios que indican que cada persona que consumía pulque regularmente bebía hasta tres litros diarios, por lo que esta bebida formaba parte esencial de la dieta del mexicano”, señaló.
Incluso fue necesario reglamentar que cada pulquería debía instalarse a no menos de 60 metros de otra.
Lo anterior, explicó, permitió que tanto el gobierno como los hacendados obtuvieran beneficios económicos. Como ejemplo, citó a Ignacio Torres Adalid, conocido como “El Rey del Pulque”, quien era dueño de las haciendas de San Miguel y San Antonio Ometusco, ubicadas en la región del Valle de Teotihuacán y, en aquel tiempo, consideradas las principales productoras del néctar de los dioses.
El investigador social destacó que el pulque tiene múltiples beneficios para la salud y contiene únicamente 3.8 grados de alcohol.
Sin embargo, a partir de la Segunda Guerra Mundial comenzó su declive. Se promovieron campañas de desprestigio contra esta bebida ancestral, basadas en mitos sobre su preparación, además de que se estigmatizó a quienes la consumían, insinuando que “el pulque era para los jodidos”.
Con el tiempo, las pulquerías fueron desapareciendo y el consumo de pulque disminuyó drásticamente, limitándose a regiones como el Valle de Teotihuacán y algunos municipios de Hidalgo y Tlaxcala.
Para Iván Ricardo Martínez Pérez, originario de Nopaltepec y de oficio tlachiquero, el pulque es una bebida única, heredada de nuestros antepasados y digna de preservarse para compartirla con futuras generaciones.
Estudios recientes indican que actualmente en el Valle de Teotihuacán quedan poco más de 14 mil plantas de maguey. Por ello, algunos municipios como Teotihuacán y Nopaltepec han optado por vender las plantas a bajo costo con la finalidad de incentivar su siembra.
Aunque reconoció que hoy en día quedan pocos recolectores de pulque, conocidos como tlachiqueros, confió en que esta bebida retome su importancia en los próximos años y que las nuevas generaciones la conozcan y la consuman.