Innovación en la UAG: patente para proteger el agave y fortalecer la agricultura
- La investigación estuvo encabezado por el Profesor, Dr. Miguel Beltrán García, y el egresado Cristóbal Fonseca Sepúlveda. Además de la fórmula, también estimula el crecimiento de la planta hasta en un 30 por ciento
Zapopan, Jalisco.- El proyecto surgió de una investigación orientada a comprender las comunidades microbianas en las raíces del agave y su relación con enfermedades como la pudrición del cogollo. Inicialmente pensado como un estudio académico, Cristóbal Fonseca identificó una oportunidad para generar un producto práctico que beneficiara a los agricultores.
Bajo el nombre comercial Agave Microbiota, este probiótico protege a las plantas frente a enfermedades en etapas tempranas y estrés ambiental. “Desde el principio, supe que Cristóbal tenía el potencial para convertir sus ideas en soluciones aplicables”, destacó el Dr. Beltrán, quien fue mentor del joven investigador.
Reconocimiento y expansión internacional
El desarrollo del proyecto contó con el respaldo del Dr. Beltrán y el Programa de Innovación del Gobierno de Jalisco, lo que permitió estructurar la investigación y gestionar el registro de la patente. Actualmente, el bioproducto es fabricado por MicroEndo, empresa fundada por Fonseca Sepúlveda, y ya se utiliza en miles de hectáreas de agave en México. Además, ha comenzado su comercialización en Colombia y se proyecta su entrada al mercado estadounidense.
“El Dr. Beltrán fue más que un mentor; su visión y apoyo fueron esenciales para superar cada desafío”, afirmó Cristóbal, quien ve este éxito como un punto de partida. “Mi sueño siempre fue aportar algo positivo a mi comunidad. Esta patente es solo el inicio de lo que quiero lograr en el ámbito de la innovación sostenible”.
Un modelo de educación con impacto
Para el Dr. Beltrán, el éxito de Cristóbal simboliza la filosofía educativa de la UAG. “Nada es más satisfactorio para un investigador que ver a sus alumnos brillar. Este logro demuestra cómo el trabajo conjunto puede dar resultados extraordinarios”, expresó.
El avance obtenido no solo fortalece la agricultura sostenible, sino que también evidencia el papel transformador de la ciencia y la educación. Este proyecto es un ejemplo tangible de cómo la investigación y el emprendimiento pueden generar soluciones innovadoras que beneficien tanto a la industria como a la sociedad.