Corredores de Jornadas de Paz y Dignidad llegan a Teotihuacán: Un Encuentro con la Historia y la Espiritualidad

• El paso de estos corredores por en Valle de Teotihuacán será, sin duda, un momento que quedará grabado en la memoria de quienes tienen la oportunidad de presenciarlo, y un testimonio vivo de la resistencia y resiliencia de los pueblos originarios de América.

Teotihuacán, Estado de México.- Teotihuacán, el emblemático sitio arqueológico y corazón de la antigua civilización mesoamericana, ha sido testigo de un evento significativo con la llegada de los corredores de las Jornadas de Paz y Dignidad. Este grupo de corredores inició su travesía en mayo, recorriendo miles de kilómetros a pie, uniendo pueblos y culturas bajo la bandera de la paz, la dignidad y el respeto por las tradiciones ancestrales.

El arribo a Teotihuacán marca un momento especial en su recorrido, no solo por la importancia histórica del lugar, sino también por la energía espiritual que emana de sus monumentos, como la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna. Durante los próximos cinco días, los corredores permanecerán en este sitio sagrado, donde serán acogidos en el Centro Cultural Tolteca de Teotihuacán, un espacio dedicado a la preservación y promoción de la cultura tolteca y su legado.

La estancia en Teotihuacán no solo representa un descanso físico para los corredores, sino también una oportunidad para realizar ceremonias y reflexionar sobre los principios que guían esta jornada. Este encuentro es un recordatorio de la importancia de mantener vivas las tradiciones que honran a la Madre Tierra, y del papel que desempeñan estas prácticas en la construcción de un mundo más justo y en equilibrio.

La comunidad local ha preparado diversas actividades culturales y espirituales para recibir a los corredores, quienes, a su vez, compartirán sus experiencias y aprendizajes adquiridos a lo largo del camino. Este intercambio fortalecerá los lazos entre las diferentes culturas que participan en las Jornadas de Paz y Dignidad, reafirmando el compromiso colectivo con la paz y el respeto mutuo.

El paso de estos corredores por Teotihuacán será, sin duda, un momento que quedará grabado en la memoria de quienes tienen la oportunidad de presenciarlo, y un testimonio vivo de la resistencia y resiliencia de los pueblos originarios de América.