Ciudad de México.- En nuestra cultura occidental, especialmente en América Latina, como los mexicanos, tenemos una tendencia a expresar afecto a través de besos en la mejilla. Según la investigadora Nélida Padilla Gámez de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, este gesto no solo es una muestra de afecto, sino también una forma de conexión y comunicación con los demás.
Esta conducta ha evolucionado con el tiempo y puede carecer del mismo significado en otras épocas y culturas. La acción de besar también está influenciada por el contexto histórico y social. Según el Instituto Mexicano de la Juventud, besar tiene diversos beneficios para la salud, como tonificar los músculos faciales, reducir el estrés y mejorar la autoestima.
Desde una perspectiva psicoevolutiva, el beso no solo expresa amor y aprecio, sino que también tiene la función de unir a las personas. En ocasión del Día Internacional del Beso, se destaca que este gesto no se limita a las parejas románticas, sino que también se da entre familiares y amigos desde la infancia.
La falta de contacto físico durante la pandemia ha sido difícil, ya que el beso y el abrazo son formas importantes de conexión y expresión de cariño. La experta señala que los besos, especialmente en los labios, no deben ser exclusivamente sexuales, ya que también pueden brindar placer y afecto en contextos no románticos.
Desde un punto de vista biológico, el beso permite intercambiar feromonas y liberar hormonas relacionadas con el placer y el vínculo emocional, lo que lo convierte en una experiencia terapéutica.
