Fraccionamientos Clandestinos: Origen del Desorden Urbano en Ecatepec

Ecatepec, Estado de México.- La diputada Azucena Cisneros señaló que el trazado urbano original del municipio no fue planificado, sino que surgió de la explotación de la necesidad de la población, lo que ha llevado a que actualmente el 60 por ciento del territorio necesite regularización con la intervención de los gobiernos. federales y estatales. Durante el foro "Diálogos: un desarrollo urbano para Ecatepec", al que asistieron expertos, vecinos y otros diputados, Cisneros admitió que el municipio enfrenta un serio problema de desorden debido a esta situación.

Explicó que se aprovechó la necesidad de vivienda de la población, lo cual fue explotado por fraccionadores clandestinos, y lamentó que la Sierra de Guadalupe siga siendo urbanizada a la vista de todos, enfatizando la necesidad de una responsabilidad compartida entre los tres niveles de gobierno para detener esta práctica.

Cisneros también informó que, durante varios recorridos por la zona de conservación ecológica, comuneros y ejidatarios han mostrado disposición para donar terrenos con el fin de crear espacios públicos verdes para la comunidad. Además, abogó por reducir el impacto ambiental mediante la reutilización y el reciclaje, promoviendo la movilidad sostenible, la eficiencia energética y la educación sobre la importancia de la sostenibilidad.

Por su parte, Damaris Brito, arquitecta de la UAM-Xochimilco y Directora Responsable de Obra en el Estado de México, se enfatizó durante su ponencia en el foro la importancia de recuperar espacios públicos, garantizar entornos seguros e iluminados y cumplir con la normatividad para lograr un desarrollo urbano adecuado que fomente la convivencia armoniosa de la comunidad. Destacó que el uso adecuado del espacio público puede contribuir a combatir la delincuencia, mencionando como ejemplo la construcción de Utopías en Iztapalapa, lo que permitió generar nuevas dinámicas de convivencia.

Finalmente, Brito señaló la necesidad de encontrar un equilibrio para permitir un desarrollo urbano controlado que cumpla con la normativa, con el objetivo último de garantizar una vida comunitaria placentera y tranquila.