El Proceso Artesanal de Producción de Sal en San Miguel Ixtapan
Tejuplico, Estado de México.- El pueblo de San Miguel Ixtapan, situado en el municipio de Tejupilco, tiene su nombre derivado de la actividad de producción de sal ("ixta" significa sal y "pan" lugar), la cual se lleva a cabo utilizando métodos artesanales que se asemejan a los empleados en tiempos prehispánicos.
A poca distancia de la Zona Arqueológica de San Miguel se encuentra el manantial Huixtallo, nombrado en honor a Huixtocíhuatl, la Diosa mexica de la sal. Este manantial proporciona agua salada que es aprovechada por 11 familias para continuar con la práctica transmitida por sus ancestros.
En esta comunidad, además de la producción de sal, las personas cultivan maíz, frijol, calabaza y cacahuate. Sin embargo, la actividad relacionada con la sal se lleva a cabo de enero a mayo, ya que durante la temporada de lluvias no es posible dejar el producto secándose al sol.
El proceso comienza con la extracción del agua salina, de color rojizo, que se deposita en un recipiente y se deja reposar durante tres días hasta que el líquido se vuelva cristalino. Posteriormente, se esparce sobre azoteas de cemento expuestas al sol durante tres o cuatro días.
Una vez que el agua se evapora y la sal se cristaliza, se procede a recolectarla, escurrirla y extenderla para su aireación y eliminación de la humedad.
En cada ciclo, Huixtallo produce alrededor de una tonelada de sal artesanal, la cual se comercializa a 45 pesos por cuartillo en los días de mercado en Tejupilco, Amatepec y Luvianos, así como a los turistas que visitan el Museo de sitio.
A pesar de que las ventas de este producto han disminuido debido a la competencia de la sal industrializada de bajo costo, el grupo de Salineros Milenarios de San Miguel Ixtapan continúa con la tradición, ya que hay personas que la prefieren no solo para cocinar, sino también para usos medicinales, enjuagues bucales, lavado de pies o como suplemento en la alimentación del ganado.