Nueva Alianza: Entre la Corrupción y la Supervivencia Política
Por: Mictlan Rosales
Valle de México.- La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) rechazó el recurso legal que mantenía en suspenso el registro de Nueva Alianza como partido político local, una cuestión que ha sido objeto de manipulación desde septiembre del año pasado en colaboración entre su líder y las autoridades electorales.
Nueva Alianza en el Estado de México perdió su registro como partido local al obtener solo 70 mil votos en la última elección de gobernador, según confirmaron tanto el Instituto Electoral del Estado de México como el Tribunal Electoral Local. Sin embargo, la Sala Regional Toluca del TEPJF revivió el registro con argumentos cuestionables.
Esto fue evidenciado por una reunión entre Mario Cervantes Palomino y Reyes Rodríguez Mondragón, celebrada en un lujoso restaurante de la Ciudad de México.
Esta reunión, revelada por una denuncia ciudadana, puso en tela de juicio la integridad del expresidente del tribunal electoral, quien presuntamente colaboró para revivir artificialmente el partido local mediante acuerdos con Mario Palomino.
Se han hecho acusaciones graves de corrupción y los argumentos utilizados son insostenibles. A pesar de los intentos de negociar una votación favorable para legitimar el registro de NA, no tuvieron éxito.
Se rumorea que el incentivo para mantener el registro del partido fue tan fuerte que los magistrados de la Sala Superior del TEPJF, excepto Janine Otálora Malassis, optaron por hacer la vista gorda y no analizar el asunto, dejando impune al líder actual.
Este comportamiento parcial por parte de las autoridades judiciales no es un caso aislado en México, donde los jueces y magistrados sistemáticamente violan la ley y se corrompen para satisfacer intereses personales, políticos y económicos.
Por ello, la reforma judicial propuesta por el Presidente de la República cobra especial relevancia al intentar erradicar la corrupción en este poder del Estado. Es evidente que Nueva Alianza sobrevive gracias a la corrupción que impera en las autoridades electorales, ya que la ciudadanía mexiquense dejó claro en la última elección que no es una opción legítima.
La desbandada de miembros del partido desde su última derrota en 2023 ilustra esta situación, así como el hecho de que el partido se ha convertido en un lucrativo negocio para la familia de Mario Palomino.
Es importante destacar que el registro del partido solo está garantizado por tres meses más, y la posible candidatura de los hijos del líder actual subraya la naturaleza oportunista y egoísta de este individuo.
En resumen, Nueva Alianza ha pasado de ser un proyecto político sólido a ser un refugio para intereses personales, con escasas posibilidades de éxito a largo plazo.